*Cracovia (en polaco Kraków) es la capital del voivodato de Pequeña Polonia (Województwo małopolskie) y una de las ciudades más grandes, antiguas e importantes de Polonia. Con una población de 760.000 habitantes (3 millones en el área metropolitana de Cracovia), está situada en las márgenes del río Vístula.
*Cracovia tradicionalmente ha sido uno de los centros científicos, culturales y artísticos del país. Durante gran parte de la historia polaca fue la capital del país. Por eso, todavía es el corazón de Polonia para muchos polacos.
*Actualmente, Cracovia es un centro muy importante del turismo local e internacional, con más de siete millones de turistas al año. (*fuente; wikipedia)
Desde Madrid, después de tres horas de avión, llegamos a Kraków. Si es la primera vez en Polonia, puede resultar un poco caótico, pero no dejéis de preguntar a cualquier persona que encontréis por la calle, muy amablemente os indicarán vuestra dirección. La gente es muy amable y atenta, y no dudaran un segundo en intentar ayudarte. La lengua oficial es el Polaco, pero la inmensa mayoría hablan Inglés, por lo que, aunque los carteles, en ocasiones, te parezcan un galimatías, tanto la traducción al inglés, como la ayuda de los propios Polacos, harán que tu paso por esta ciudad no resulte difícil.
Cracovia es toda en si historia y en cualquier paseo que des por sus calles encontrarás siempre una plaza, un edificio, una iglesia o un bonito parque.
La Plaza del Mercado de Cracovia (Rynek Glówny w Krakowie), de obligada visita, con tanta vida, ofrece diversión casi a cualquier hora del día.
Con sus innumerables cafeterias y terrazas, su mercado y su gente, con sus animaciones y sus flores, se hará difícil que no pases un buen rato en esta plaza.
Wawel, es otra de esas maravillas, que no debes dejar de visitar si estas en la ciudad. Situado en lo alto de la colina Wawel (en el centro de la ciudad), conviven el Castillo Real y la Catedral de Wawel.
Los reyes de Polonia y algunos polacos célebres están enterrados en la Catedral, que a lo largo de la historia, acogió numerosas coronaciones.
Las iglesias, de tipo románico, gótico y barroco, hacen que a Cracovia se le llamase, “la pequeña Roma”. Aquí podemos encontrarnos iglesias como la de San Andrés, de tipo románico, la de Santa Maria, gótica y la de San Pedro y San Pablo Barrocas. No habrá que buscarlas mucho, ya que éstas, te van encontrando a ti a tu paso por las calles de esta maravillosa ciudad.
La variedad de esta ciudad, se convierte en encanto con mayúsculas, en romanticismo en estado puro y en emociones ampliadas cuando el sol le da paso a la luna. Por la noche, el Barrio de Kazimierz dividido en la parte cristiana y la parte judía, es donde se encontraba la famosa “ciudad Hebrea”. Al llegar la noche, “la ciudad Hebrea”, se convierte en un lugar mágico donde los cafés, los restaurantes y alguna que otra tienda de artesanía, se convierten en lugares de culto. Las luces, la decoración y el ambiente, crean aquí una increíble atmosfera. Te costará mucho decantarte por un lugar concreto donde cenar y tomar una cerveza y un vodka. Los restaurantes y locales de copas aquí tienen decoraciones interiores de museo, llegando a veces a confundir un bar con una tienda, con un salón de alguna casa...
Muy famosos y muy recomendables son los bares que se encuentran en cuevas. Son antiguos pasadizos y cuevas que se utilizaban en la guerra para esconder gente, convertidos ahora en locales de copas.
Otra de las atracciones de esta ciudad es la música. La música en Cracovia se vive de un modo diferente. Aquí se respira cultura por los cuatro costados y la música en vivo la puedes encontrar en muchos locales cada noche de la semana.
Se trata de una ciudad muy barata en general y este barrio en particular. Puedes degustar deliciosos zapiekankas (una especie de paninis) por 6 Zloty (1,5€ aprox), ricas cervezas por 6-8 Zloty, copas de helado, etc...
En este barrio, podréis pasear entre iglesias góticas, barrocas, sinagogas, edificios que recuerdan tanto los momentos más felices como trágicos de este lugar. Aquí es dónde Steven Spielberg rodó su peli más galandronada “la Lista de Schindler”.
Al otro lado del río, (se puede ir andando, en tranvía, etc…) se encuentra la Fábrica de Oskar Schindler. Es otra visita recomendada ya que se trata del edificio original, hoy convertido en un curioso y bonito museo, donde Schindler salvó de morir en campos de concentración a unos 1200 judíos.
Lo primero que se fabricó aquí, fueron ollas y material de cocina para posteriormente fabricar munición. Itzhak Stern fue un contable judío que trabajó para Oskar Schindler, y fue entonces cuando le dio la idea a Schindler de contratar a judíos del Guetto de Cracovia para obtener una mano de obra más barata. Así es como se creó la famosa “Lista de Schindler” donde se encontraban los nombres de la gente que trabajaban en la fábrica. En una placa en fachada de la fábrica, se puede leer, “El que salva una vida, salva el mundo entero”.
Al sur de Polonia, a 100 kilómetros de Cracovia, se extienden los montes Tatra. Son uno de los lugares escogidos por los polacos para pasar sus vacaciones, sobre todo en verano, o para hacer una escapada de fin de semana. El lugar lo merece, en especial si eres amante del senderismo, no deberías perdértelo.
Para llegar a los montes Tatra, lo más sencillo es coger el tren que va hacia Zakopane desde Cracovia (3 horas o bien viajar en autobús, durante aproximadamente dos horas desde Cracovia). Una vez en Zakopane, puedes dar una vuelta por la ciudad, bastante turística, con abundantes bares, cafeterías y restaurantes, eminentemente en la calle principal.
A finales de agosto Zakopane acoge la gran fiesta internacional de folclore de montaña.
Zakopane es el punto de partida de la mayoría de itinerarios hacia los Tatra. Hay rutas para todas las dificultades y gustos, incluso paseos en coche de caballo para los más perezosos. También hay un teleférico que llega hasta Kasprowy Wierch, casi a 2.000 metros de altura y contemplar las vistas.
Hay diversas dolinas o valles en los que el recorrido es muy agradable. La dolina Olczyska nos descubre un riachuelo de agua helada, mientras que si optamos por tomar el itinerario de la dolina Koscieliska nos adentraremos en diversas cuevas. Una de ellas es conocida por los lugareños como la cueva del dragón. No tiene iluminación alguna y es necesario seguir el camino de una cadena que nos ayuda a nos resbalar. La cueva Mylna es un laberinto de pasillos.
También hay otros recorridos interesantes como el valle de los Cinco Lagos o el Lago Morskie Oko.
Las minas de sal de Wieliczka, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978 suponen una visita muy interesante y amena. Se trata de 327 metros de profundidad máxima y más de trescientos kilómetros de laberinticos túneles. Comenzaron a explotarse en el siglo XIII siendo una de las minas activas más antiguas del mundo.
(En la actualidad se explota únicamente para sacar sal de mesa).
La visita turística, recorre 3,5 kilómetros y baja hasta el nivel 3 a unos 135 metros de profundidad. En estos 3,5 kilómetros encontrarás muchas sorpresas, como esculturas en la roca (hechas de sal), lámparas de sal, etc… Estas minas reciben el sobrenombre de “la catedral subterránea de la sal de Polonia”. No podremos hacernos una idea de lo grande que resultan algunas cámaras, hasta que no veamos que entre otras muchas cosas, hay capillas donde se celebran, con unos cuantos ZLOTY por delante, bodas.
Tanto si el realsocialismo te interesa, como si no has escuchado nunca este concepto, el barrio de Nowa Huta, te abrirá otro canal de información y por lo tanto otra visita muy recomendada.
Puedes llegar en tranvía en unos minutos y aunque se construyo como un pueblo en las cercanías de Cracovia, hoy en día se trata de un barrio más de la ciudad.
En el año 1949 se inició la construcción al lado de un complejo siderúrgico según la lógica comunista. Está formado por diferentes bloques de edificios, siguiendo la arquitectura del realsocialismo. Esto significa, orden. Todos los bloques son iguales para crear más seguridad, ya que de este modo, se dificultaba la identificación de la gente.
El mensaje era muy claro, “todo aquel que trabajara en Nowa Huta tendría piso, unas buenas condiciones de trabajo y viviría en una zona rodeada de árboles sin demasiada contaminación”.
Es una visita recomendada para entender un poco más la historia del este de Europa. En el lugar también hay una exposición fotográfica que nos ilustra sobre qué es Nowa Huta y todas las celebraciones del 1 de mayo que allí se celebraron y otros acontecimientos históricos.
Todo Cracovia en sí es mágico, pero no podemos olvidar lo que, entre los años 1940 y 1945 ocurrió a tan solo 44 kilómetros de esta ciudad.
En el campo de concentración Auschwitz-Birkenau, el mayor campo de exterminio de la historia del nazismo, se calcula, que fueron asesinados y torturados entre 1,5 millones y 2,5 millones de personas.
Cuenta la historia, que convencían tan bien a los judíos, prometiéndoles seguridad hasta que la guerra acabase, que llegaban al campo, con esperanza, entre risas y cantos. Al pensar que iban a un lugar seguro y mejor, cogían todas sus pertenencias y sobre todo las de valor, pensando en una vuelta segura. Nada más lejos de la realidad, esto le servía a las SS para financiarse. Vendían o reutilizaban todas esas pertenencias. Todo servía en el campo, todo era documentado.
En la puerta de entrada del campo 1 (Auschwitz I),
todavía se puede leer el lema Arbeit macht frei (el trabajo hace libre). De esta visita se puede contar muchas cosas, muchos detalles, pero nunca se podrá hacer uno a la idea hasta que no lo visite y lo sienta en su propio cuerpo. Yo puedo asegurar que el nudo en la garganta tarda unas cuantas horas en desaparecer.
Concluir diciendo que es un viaje altamente recomendable; por sus gentes, por su historia, por su arquitectura, por su ambiente, pero sobre todo por la magia y el encanto que desprende esta ciudad. Es uno de esos lugares del mundo, donde se puede volver y volver y siempre descubrir algo nuevo.
Texto y fotos: BrujulaViajes.com
Brújula Viajes estuvo en Cracovia en el mes de septiembre buceando entre la cultura y el turismo Polaco. En Brújula Viajes, contamos con viajes a Cracovia desde 99€.
*Cracovia tradicionalmente ha sido uno de los centros científicos, culturales y artísticos del país. Durante gran parte de la historia polaca fue la capital del país. Por eso, todavía es el corazón de Polonia para muchos polacos.
*Actualmente, Cracovia es un centro muy importante del turismo local e internacional, con más de siete millones de turistas al año. (*fuente; wikipedia)
Desde Madrid, después de tres horas de avión, llegamos a Kraków. Si es la primera vez en Polonia, puede resultar un poco caótico, pero no dejéis de preguntar a cualquier persona que encontréis por la calle, muy amablemente os indicarán vuestra dirección. La gente es muy amable y atenta, y no dudaran un segundo en intentar ayudarte. La lengua oficial es el Polaco, pero la inmensa mayoría hablan Inglés, por lo que, aunque los carteles, en ocasiones, te parezcan un galimatías, tanto la traducción al inglés, como la ayuda de los propios Polacos, harán que tu paso por esta ciudad no resulte difícil.
Cracovia es toda en si historia y en cualquier paseo que des por sus calles encontrarás siempre una plaza, un edificio, una iglesia o un bonito parque.
La Plaza del Mercado de Cracovia (Rynek Glówny w Krakowie), de obligada visita, con tanta vida, ofrece diversión casi a cualquier hora del día.
Con sus innumerables cafeterias y terrazas, su mercado y su gente, con sus animaciones y sus flores, se hará difícil que no pases un buen rato en esta plaza.
Wawel, es otra de esas maravillas, que no debes dejar de visitar si estas en la ciudad. Situado en lo alto de la colina Wawel (en el centro de la ciudad), conviven el Castillo Real y la Catedral de Wawel.
Los reyes de Polonia y algunos polacos célebres están enterrados en la Catedral, que a lo largo de la historia, acogió numerosas coronaciones.
Las iglesias, de tipo románico, gótico y barroco, hacen que a Cracovia se le llamase, “la pequeña Roma”. Aquí podemos encontrarnos iglesias como la de San Andrés, de tipo románico, la de Santa Maria, gótica y la de San Pedro y San Pablo Barrocas. No habrá que buscarlas mucho, ya que éstas, te van encontrando a ti a tu paso por las calles de esta maravillosa ciudad.
La variedad de esta ciudad, se convierte en encanto con mayúsculas, en romanticismo en estado puro y en emociones ampliadas cuando el sol le da paso a la luna. Por la noche, el Barrio de Kazimierz dividido en la parte cristiana y la parte judía, es donde se encontraba la famosa “ciudad Hebrea”. Al llegar la noche, “la ciudad Hebrea”, se convierte en un lugar mágico donde los cafés, los restaurantes y alguna que otra tienda de artesanía, se convierten en lugares de culto. Las luces, la decoración y el ambiente, crean aquí una increíble atmosfera. Te costará mucho decantarte por un lugar concreto donde cenar y tomar una cerveza y un vodka. Los restaurantes y locales de copas aquí tienen decoraciones interiores de museo, llegando a veces a confundir un bar con una tienda, con un salón de alguna casa...
Muy famosos y muy recomendables son los bares que se encuentran en cuevas. Son antiguos pasadizos y cuevas que se utilizaban en la guerra para esconder gente, convertidos ahora en locales de copas.
Otra de las atracciones de esta ciudad es la música. La música en Cracovia se vive de un modo diferente. Aquí se respira cultura por los cuatro costados y la música en vivo la puedes encontrar en muchos locales cada noche de la semana.
Se trata de una ciudad muy barata en general y este barrio en particular. Puedes degustar deliciosos zapiekankas (una especie de paninis) por 6 Zloty (1,5€ aprox), ricas cervezas por 6-8 Zloty, copas de helado, etc...
En este barrio, podréis pasear entre iglesias góticas, barrocas, sinagogas, edificios que recuerdan tanto los momentos más felices como trágicos de este lugar. Aquí es dónde Steven Spielberg rodó su peli más galandronada “la Lista de Schindler”.
Al otro lado del río, (se puede ir andando, en tranvía, etc…) se encuentra la Fábrica de Oskar Schindler. Es otra visita recomendada ya que se trata del edificio original, hoy convertido en un curioso y bonito museo, donde Schindler salvó de morir en campos de concentración a unos 1200 judíos.
Lo primero que se fabricó aquí, fueron ollas y material de cocina para posteriormente fabricar munición. Itzhak Stern fue un contable judío que trabajó para Oskar Schindler, y fue entonces cuando le dio la idea a Schindler de contratar a judíos del Guetto de Cracovia para obtener una mano de obra más barata. Así es como se creó la famosa “Lista de Schindler” donde se encontraban los nombres de la gente que trabajaban en la fábrica. En una placa en fachada de la fábrica, se puede leer, “El que salva una vida, salva el mundo entero”.
Al sur de Polonia, a 100 kilómetros de Cracovia, se extienden los montes Tatra. Son uno de los lugares escogidos por los polacos para pasar sus vacaciones, sobre todo en verano, o para hacer una escapada de fin de semana. El lugar lo merece, en especial si eres amante del senderismo, no deberías perdértelo.
Para llegar a los montes Tatra, lo más sencillo es coger el tren que va hacia Zakopane desde Cracovia (3 horas o bien viajar en autobús, durante aproximadamente dos horas desde Cracovia). Una vez en Zakopane, puedes dar una vuelta por la ciudad, bastante turística, con abundantes bares, cafeterías y restaurantes, eminentemente en la calle principal.
A finales de agosto Zakopane acoge la gran fiesta internacional de folclore de montaña.
Zakopane es el punto de partida de la mayoría de itinerarios hacia los Tatra. Hay rutas para todas las dificultades y gustos, incluso paseos en coche de caballo para los más perezosos. También hay un teleférico que llega hasta Kasprowy Wierch, casi a 2.000 metros de altura y contemplar las vistas.
Hay diversas dolinas o valles en los que el recorrido es muy agradable. La dolina Olczyska nos descubre un riachuelo de agua helada, mientras que si optamos por tomar el itinerario de la dolina Koscieliska nos adentraremos en diversas cuevas. Una de ellas es conocida por los lugareños como la cueva del dragón. No tiene iluminación alguna y es necesario seguir el camino de una cadena que nos ayuda a nos resbalar. La cueva Mylna es un laberinto de pasillos.
También hay otros recorridos interesantes como el valle de los Cinco Lagos o el Lago Morskie Oko.
Las minas de sal de Wieliczka, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978 suponen una visita muy interesante y amena. Se trata de 327 metros de profundidad máxima y más de trescientos kilómetros de laberinticos túneles. Comenzaron a explotarse en el siglo XIII siendo una de las minas activas más antiguas del mundo.
(En la actualidad se explota únicamente para sacar sal de mesa).
La visita turística, recorre 3,5 kilómetros y baja hasta el nivel 3 a unos 135 metros de profundidad. En estos 3,5 kilómetros encontrarás muchas sorpresas, como esculturas en la roca (hechas de sal), lámparas de sal, etc… Estas minas reciben el sobrenombre de “la catedral subterránea de la sal de Polonia”. No podremos hacernos una idea de lo grande que resultan algunas cámaras, hasta que no veamos que entre otras muchas cosas, hay capillas donde se celebran, con unos cuantos ZLOTY por delante, bodas.
Tanto si el realsocialismo te interesa, como si no has escuchado nunca este concepto, el barrio de Nowa Huta, te abrirá otro canal de información y por lo tanto otra visita muy recomendada.
Puedes llegar en tranvía en unos minutos y aunque se construyo como un pueblo en las cercanías de Cracovia, hoy en día se trata de un barrio más de la ciudad.
En el año 1949 se inició la construcción al lado de un complejo siderúrgico según la lógica comunista. Está formado por diferentes bloques de edificios, siguiendo la arquitectura del realsocialismo. Esto significa, orden. Todos los bloques son iguales para crear más seguridad, ya que de este modo, se dificultaba la identificación de la gente.
El mensaje era muy claro, “todo aquel que trabajara en Nowa Huta tendría piso, unas buenas condiciones de trabajo y viviría en una zona rodeada de árboles sin demasiada contaminación”.
Es una visita recomendada para entender un poco más la historia del este de Europa. En el lugar también hay una exposición fotográfica que nos ilustra sobre qué es Nowa Huta y todas las celebraciones del 1 de mayo que allí se celebraron y otros acontecimientos históricos.
Todo Cracovia en sí es mágico, pero no podemos olvidar lo que, entre los años 1940 y 1945 ocurrió a tan solo 44 kilómetros de esta ciudad.
En el campo de concentración Auschwitz-Birkenau, el mayor campo de exterminio de la historia del nazismo, se calcula, que fueron asesinados y torturados entre 1,5 millones y 2,5 millones de personas.
Cuenta la historia, que convencían tan bien a los judíos, prometiéndoles seguridad hasta que la guerra acabase, que llegaban al campo, con esperanza, entre risas y cantos. Al pensar que iban a un lugar seguro y mejor, cogían todas sus pertenencias y sobre todo las de valor, pensando en una vuelta segura. Nada más lejos de la realidad, esto le servía a las SS para financiarse. Vendían o reutilizaban todas esas pertenencias. Todo servía en el campo, todo era documentado.
En la puerta de entrada del campo 1 (Auschwitz I),
todavía se puede leer el lema Arbeit macht frei (el trabajo hace libre). De esta visita se puede contar muchas cosas, muchos detalles, pero nunca se podrá hacer uno a la idea hasta que no lo visite y lo sienta en su propio cuerpo. Yo puedo asegurar que el nudo en la garganta tarda unas cuantas horas en desaparecer.
Concluir diciendo que es un viaje altamente recomendable; por sus gentes, por su historia, por su arquitectura, por su ambiente, pero sobre todo por la magia y el encanto que desprende esta ciudad. Es uno de esos lugares del mundo, donde se puede volver y volver y siempre descubrir algo nuevo.
Texto y fotos: BrujulaViajes.com
Brújula Viajes estuvo en Cracovia en el mes de septiembre buceando entre la cultura y el turismo Polaco. En Brújula Viajes, contamos con viajes a Cracovia desde 99€.